El dolor en el mundo se reduce a una sola palabra: arrepentimiento. En realidad, si eliges mal, simplemente elegiste mal; no te lamentes una y otra vez, pensando en cómo hubiera sido si hubieras hecho esto o aquello. Incluso si pudieras empezar de nuevo, con tu experiencia y mentalidad de entonces, seguirías eligiendo ese camino imperfecto. La vida es como un juego de ajedrez, cada movimiento es irreversible; la decisión en sí misma es ir hacia adelante, así que no idealices el camino que nunca elegiste. Uno debe tener la capacidad de pasar la página, dejar que el pasado se quede en el pasado, ser capaz de soltar y no consumir su propia energía. No te conformes ni te aferres, porque eso es crear tu propia prisión. En este mundo no hay personas verdaderamente felices, solo personas que saben cómo dejarlo ir. Todo en el mundo está sanándote, solo que tú no te dejas ir. Siempre debes creer que en cada situación desesperada hay una vuelta del destino, incluso si es solo un montón de plumas de pollo, ¡puedes hacer un plumero con ellas!