El estratega de Macquarie, Thierry Wizman, afirmó en un informe que, incluso si el gobierno de Trump elimina todos los aranceles, es poco probable que el dólar revierta completamente la reciente caída. Dijo: "Después de todo, además de la fuga de capitales, considerando la disminución de la credibilidad de algunas instituciones y sistemas en EE. UU., también es necesario reducir la dependencia del dólar. El dólar ya no será una moneda indispensable, sino más bien una alternativa a unas pocas monedas comparables como el euro."